jueves, 12 de diciembre de 2024

060122024

 qué será el más allá

un aire vacío u una faz

un hilo de agua 

un hilo de paz

una bocanada de aire

o silencio de paz


Será bueno y será más

pero más no será

será niebla o será arena

será cielo o verdad

será tiempo sin llaves

o será sombra que da

consuelo y buen puerto

paz y sólo verdad

de las cosas que se tuvieron 

y las que no están

la paz de las manos 

y la sal de verdad

que nos mueve y nos mece

no da a jugar

porque no sé que será aquéllo

que será el más allá

pero sé que será bueno

no temo dudar. 


27112024

No sé cómo ha pasado pero salí de la mar, 

me encuentro sana en la arena

lista pa' volver a zarpar

a esta mar ecabritada que casi me llega a ahogar

y de la que genuino milagro, me ha llegado a salvar. 


Hay un cementerio de ahogados, en el fondo de ese mar,

que viven sin dinero y en angustia

en el fondo de alta mar

que están siempre en tinieblas, temblando de frío y de pan,

que no viven, pues se han ahogado,

hasta el fondo, fondo, del mar.


Nosotros casi nos ahogamos, tragamos mucho mucho mar,

entre olas y tempestades, que no sabíamos nadar

entre las sombras de esa noche, las más noche que más, 

que más que nos tragaba nos movía, 

nos movía sin más, 

como a dos hojitas que en la lluvia, 

van a caer al canal.


Fue una noche muy larga, pero que llegó a terminar

pudimos ver la mañana 

porque logramos nadar

nadar contra la corriente

o por debajo del mar

viendo a los muertos a los ojos

viendo el fondo de mar

lleno de olvidados de todas partes, del otro lado del mar

porque los hay que se mueren de pan, otros de guerra

y unos más de soledad

pero todos, no sé cómo

terminan al fondo del mar

añorando un poco el aire

y un poco más la sal

que entre tanta agua salada

no se puede ya saborear.


Ahora estamos tranquilos, 

pensando a donde zarpar,

en ir a conocer otros mares,

y nuevos lugares que merodear.


O tal vez disfrutar del puerto,

sabiendo que ya sabes nadar

que el día que se antoje pueder ir un rato al agua

sabiendo que ahora sabes nadar

y que sin ya nadaste toda la noche

ya tan fácil no te ahogarás

y que miraste a los ojos, 

a los que no pudieron llegar. 





martes, 19 de noviembre de 2024

191124

Se me fueron los hombres de la vida

se me fueron o los dejé ir, ya no sé

un día estaban todos comingo

y al otro ya no están aquí.


Estaba rodeada de ellos, jugando siempre a la par

pero se fueron como barcos pequeños, que suben un día a la mar.

Eran todos perfectos en mi paciencia

tan fáciles siempre de amar

que no me paraba ni un momento

a ver si en ellos podía confiar.


Pero pasaron los años, y encima el amor terrenal

las lecturas, las terapias y la autoestima

que a todos deja parados mal.


Poco a poco menos chistes que reírles

menos olvidos que soportar

menos favores que hacerles

y menos ganas de maternar.


Poco a poco me iban cansando

de tanto reclamo sin notar

que andaba cuidando los novios

que no tenía ni quería amar.


Uno que esperaba

la suerte un día tener

de coger sin consecuencias

si se dan las cosas un poco bien.


El otro que necesitaba 

despensa un día y el otro también, 

un día ayuda con la barrida

y mucho o poco quehacer

pero además con la osadía

de siempre opinión tener

en todos mis asuntos y mil quejas

de todo lo que llegara a hacer.


Uno más que se proyectaba

y mil corajes llegaba a tener

porque mi novio no le gustaba

porque era novio que el no llegaba a ser

para la mujer que lo había dejado

sin perdonar el descuido aquél

de no bañarse nunca ni un poco

ni saber cuando debía ceder.


Uno por allá que se volvió loco

amaneció un día sin ton ni son

con ganas de violentar morras

con la mente de depredador.

A ése ni dudas, mejor lejos

aunque su recuerdo fuera dulzón, 

ni cómo decir que no era

cuando mil veces sacó el temor

de ser monstruo un poco guardado

muy por debajo en el corazón.


Y así mejor ya ni buscarlos

que en estos tiempos me da pavor

dejar que entre a casa otro hombre

a romperme otra vez el corazón

porque les quise mucho mucho

sin dudas y con candor

con el candor de la que cree

que los hombres quieren mejor.

Pero un día me di cuenta

de que en esta casa se está mejor, 

sin sus voces ni sus desplantes, 

sin sus abandonos ni desazón

de no ser a los que quisimos

pues eso eran puro vapor.  

martes, 3 de septiembre de 2024

030924


No todas las familias son refuigio

pero las hay que fueron paz

templo en un mar revolcado

que afronté sin saber nadar.


Hay familias que son tormenta, 

pero las hay que son luz de verdad

mil versos de amado poeta

que clama con luz la verdad.


Hay familias que son ángeles y pruebas

del dios que no siempre vendrá

con las oraciones que me ponen a prueba

cuando ya no puedo ni un verso más orar.


Hay familias que son refugio 

para aves mojadas sin paz,

para muertos que no mueren ni quieren

saber si volverán a nadar


Hay familias que no son mortaja

que no son cruz ni karma ni impiedad

que no son martirio ni castigo

que son bendición sin pensar


Hay familias que son bosque,

las hay otras que son siempre el mar,

las hay que son huecos de un árbol

al que acude el que no puede más


Hay familias que son oasis

para aquélla que no puede correr

que se queda sin sudor y sin sangre

cuando más le pide el cuerpo volver


Hay familias que son todo y son nada

que son sueños y más realidad

que son ternura y mimos que aman

que son siempre amor que se da.


La inspiración llegó de cualquier parte

 Fue una tarde no soleada la tarde

que me llegó sin sospecha inspiración

llorando como siempre con desgane

escapada de algún lado a traición.


Llegó sin cuerpa, sin lentes sin desplantes

sin saber si venía o se va,

sin saber si llega con mecates

a amarrar las palabras que serán.


Llegó la inspiración de cualquier parte 

tras noches y noches de piedad

que después de tormentas y desaires

me recuerdan que tal vez también haya paz.


Llegó la inspiración a descartarse

como musa o mujer que se verá 

desnuda, intocable y sin flecharse

sin mandatos ni flores que cuidar.


Llegó la inspiración y fue aliento

que se toma tras ahogarse sin final

tras sentir que las aguas me comían 

y sin voz me soltaban sin piedad.



Llegó la inspiración a gritarme,

a exigirme, a mentirme, a girar

a romperme la cabeza en desplantes

que me dejan en mil trozos la fealdad.


Llegó una tarde de cualquier parte sin avisos 

sin banderas ni estandarte ni verdad

sin ser algo que no fueran desvaríos

a no ser forma que se pueda capturar.


Fue furia, fue llanto fue martirio,

fueron voces que no supe contener,

fueron ecos de mil ecos que no llenan

ni un dedal, ni un brote, ni un pez.


Fue sombras, fue luces, fue resquicios

fue escombros que ya no supe o quise ser

son las ruinas que quedaron de mil noches

que no pudo nunca el sueño contener.


Mil insomnios, mil augurios y mil miedos

que me dejan con mal cuerpo al beber

la esperanza de que tantas alegrías 

sean más que razones por perder.


Llegó una tarde ya muy tarde

con la risa 

de mil vientos que se fueron a meter

en mi vientre que se llena y respira

y no quiere con requiebros proceder


De cualquier parte sin voz que me reciba

sin destino que me pueda retener

son los versos que me nacen en la risa

de quien cree que los puede contener. 

030924

Que me sanen los versos

que me sane la sal 

de estas lágrimas que me brotan

sin que puedan parar

sin que pueda dejarlas

 a un lado y soplar

soplar las velas de un barco

que me lleve a volar.


Que me sanen los versos

las ganas de orar

por un día que no sangre

mi vena solar,

la vena de la que brotan 

mis ansias de más 

de más que estas tardes

tan llenas de na'a

de nada nadita 

que me pueda llenar

este vacío en el pecho 

que se abre al pensar

en las cosas que se me escapan

sin poder alcanzar

a olerlas si quiera

y menos tocar

que son sólo ilusiones 

que nunca serán.


Que me sanen los versos

que quedan y ya

que no me queda otra cosa

que ponerme a cantar

cantos tristes que se repiten

uno tras otro y sin par

sin ser uno como otro

pero en realidad igual

cada uno a su hermano

que brotan sin más

sin poderlos pararlos

ni siquiera invocar

para que con sus rimas

me dejen ya en paz.


Que me curen los versos,

que me cure la sal 

de tantas lágrimas,

de tanto mar,

de tanta hambre,

y de tanto cantar

versos vacíos, sin dueños

sin sueños, sin par,

sin ilusiones ni ansias

ni ganas de na'

sin una sonrisa 

ni una verdad

sólo versos versitos

que salen y ya

todas las veces que quiero

 ya no respirar.

030924

Quisiera ser feliz un ratito,

un ratito nomás,

olvidar las cuentas del súper

y también las del gas.


Estar contenta sin deudas

y tanto que tengo que dar

tanto que me quedo vacía

sin poder ya más esperar


que esa felicidad llegue mañana

u otro día que vendrá

siempre después de otro

y uno y otro más.


Quisiera ser feliz esta tarde,

un ratito pequeño nomás,

de cinco a seis de la tarde

y ya después ponerme llorar.


A llorar otra vez porque estamos

condenados al suelo y ya,

a vivir tanto desasosiego

y lo del clima mundial,

lo de las pestes y el hambre,

lo de esa guerra que está

aquí y en todas partes

y que no se va

por más que yo lloro y lloro

porque siento que ya

se me acaban las fuerzas y lágrimas

de tanto, tanto llorar



No hay poesías alegres

ni qué festejar,

tal vez sólo este ratito

de calma nomás

en el que me como un pancito

y juego a soñar

que esta casa ya es mía, 

que el gato se quedará

para siempre a mi lado

y que la perra será

también eterna por siempre

que ella no morirá.


Un ratito que me concentro

en el amor que me da

mi churris a manos llenas

y la paz que me da 

una siesta que también debo

y que es crimen de sal

porque las deudas suspiran 

mientras yo juego a esta paz

que me robo entre versos 

cuando hay tanto que obrar

mil pendientes y trabajo 

que me llama a currar

a dejar los sueños y quimeras

de que ya escampará

de que el gato será eterno

y eterna la paz 

de este ratito que robo 

y que finjo felicidad.

miércoles, 24 de julio de 2024

24072024

 La nostalgia es mi enfermedad favorita

siempre me ha llamado a su dicha

me cuenta cuentos que ya oía

desde antes de que fuera una trivia.


Me tumba en cama y me hace llorar

con fotos de antaño para suspirar

mil caminos que volver a andar

e ideas que eran pero ya no están.


Me contagia a veces una canción

un verso suelto de algún rincón

que surge y viene sin invitación

para llenarme de lo que fue vieja mansión.


Al través de los años cada tanto oigo sus pasos

que me salen de entre sombras y abrazos

olores que me sorprenden al repaso,

que secaron a la sombra tantos faros


Me enferma la nostalgia una tarde cualquiera

y se me cae encima la niebla

de lo que fue y ya no será ni quimera

ni sorpresa ni algo diferente a lo que fuera.


Y me lloran los ojos y me sangran las venas

con cuentos que me cuento con sendas,

que se han borrado tras las penas

que lloré y lloré después de mil fiestas.


Se me corta el cuerpo del desazón

de pensar tanto que quiso este corazón

que al recordar siempre que aquel dolor

que por mucho que pasa siembre siempre

para retumbar con mucho y sucio clamor


de monstruos y errores malvividos,

de amores queridos y perdidos,

de migas que fueron ya sin ser

y de cosas que ya no puedo tener.


Por eso guardo cama y me repito

que de tanto amor nadie ha morido

que más flores hay hoy en el jardín

de las que ayer pensé algún día vivir.


domingo, 21 de julio de 2024

220724

Se revuelve intranquila la ausencia
de un no sé, qué sé yo que no está,
que se fue una tarde sin miedo,
sin saber que ya no volverá.

Se me fue una tarde sin nombre,
sin día, sin fecha sin más.
No avisó, no me dijo ni un eco
de aquello que llevó sin piedad.

No recuerdo si era día o era noche,
si fue tarde o mañana tal vez
si fue un lunes o tal vez un encanto
que nunca me dejó revolver.

No sabré nunca qué era ni qué sería
su nostalgia es susurro y vaivén,
su recuerdo no tiene palabras
su sombra no se puede beber.

No sé si es nostalgia o mil versos 
de mil veces de él que no fue,
si es recuerdo sólo que no queda
o si son miles que hay que perder.

Se me fue una tarde sin nombre,
se me fue sin dejarme saber
que perdía esa tarde sin fecha
mil cosas que siempre querré.

Era anhelo, sueños o quimeras
de futuros en los que no quiero perder
esta sombra que habita en mi fuego 
y que siempre me hace roer.


Era paz de una noche y silencios
que no matan, no juegan sin ver
que me llevan sin duda al infierno
de el que nunca he sabido volver.

Se me fue la tranquilidad de la ausencia
de la noche que me hace temer
que hoy me mata, me llena de penas
sin saber que no quiero tejer.

Quedan solamente horrores
que me acechan a esta hora sin paz
que me llenan de diablos los odres
de monstruos y falacias sin faz.

Estas noches que me saben a tumba
cada noche que me vienen a ver
las visitas de mil sombras diarias
que me quieren las venas romper.

Y las noches que mil monstruos habitan
no son sombras que se fueron y ya
son mil dientes que en mi carne palpitan
con la certeza de que ya morirán

Me llenan los dientes de frío
me hieren los pasos sin fe
con el miedo certeza que habito
un bosque que no da qué comer.

Y mis manos retiemblan furiosas
porque el miedo me come la paz
que no supe ver esa otrora
que nunca sin ser volverá

Y mis penas me lloran llorosas
como al muerto que fue sin poder
recordad nuncamenta las rosas
que en su lecho qusieron ceder.

Que sean mil tormentas la roca
que me vienen sin saber florecer
que me mate ahora la poca
certeza de que no siempre podré


Que me lleve la noche esta noche
que más yo no quiero perder
se ha llevado mis fuerzas ella toda
la que nada y no supo ceder.







martes, 16 de julio de 2024

160724

 Sembré una flor en cada herida

de tanta herida, sembré un jardín

de ese jardín nace una dicha

que aunque es dicha y no pena, 

no siempre sabe cómo reír.


Con este llanto que es de alegría

y esta flor, de este jardín,

me cuido y me desvelo

oliendo plásticos y jazmín.


Porque tanto mi dicha, como mi pena

siempre están juntas sin dirimir

sin separase ni reprocharse

siempre juntitas en el jardín.


Y con mil flores, de mil heridas

decanso frágil en mi jardín

porque tanto las flores como las penas

igual me hacen soñar a morir.


Que son mis flores todas juntitas, 

en los mil ramos de mi jardín

que me recuerdan que de estas penas

igual pude volver a vivir.


Y con lágrimas riego sus hojas, 

con mis manos revuelvo su paz

y con gusto cuido los brotes

de alegrías que ya nacerán.


Porque con flores de tantas heridas

un prado llegué a cubrir

un campo que es mi refugio 

en el que llegar a dormir.


Llegar a descansar la frente, 

a oler y a sentir el dulzón

sabor de mil flores que el aire

riegan sin pena con su verdor


y se llenan de vida y de ojos

que ansían el suave fulgor

de tantas flores que bailan

como si no fueran ellas dolor.


Dolor que ya murió y ahora baila

mil llantos y una canción

que se repite tranquila y sonríe

viedo tanta, tantísima flor.

160724

Es muy triste la tarde, esta tarde

y más larga, el agua del mar,

desde que veo el agua que arde

en la que ando sin saber nadar.


El agua que me llega a los ojos,

el hambre me da de comer,

un sueño que sueño y que mata

a quien tampoco ya puede beber.


Y si fuera la orilla, la risa,

rito perdido más que verdad

una puerta fantasma que sueña

y un poco de rancia maldad


que se mece y se mueve, se ríe

lejos y más lejos del mar

se alarga se mece y me dice

que nade sin poderla tocar.


Soy fantasma que no habla no dicta,

sólo nada y mira y se va

se va sin moverse ni un dedo

se va sin saber si vendrá.


Es la orilla un mito, una sombra

de un futuro que va para atrás

somo barcos, más bien balsitas

hojitas que caen en el mar


Somos hojas y mil hormiguitas

cantando la canción que me trae

la certeza de que no hay orilla

sólo tormenta y un vaso de sal.


No hay orilla, una historia, mentiras 

mentiras del dueño del mar

del que en un el mar revolcado

el miserable sin culpa sale a pescar.