sábado, 15 de enero de 2011

15 I 11

No siempre sé sí podré con tanta realidad, con toda esa fuerza de lo imparable, de lo que llega. Es un paisaje sin pavimentar y así como de repente hay valles y senderos plenos y luminoso hay brechas en las que no veo la luz o me hace sentir como si llevará días adentrándome en un laberinto de plantas venenosas.

No es mi culpa, lo digo como algo que sé, no como algo de lo que quisiera convencerme. Las personas a mi alrededor ceden ante las debilidades que yo compartí con ellas, ante los errores que a mi me culpan, que me persiguen, ante esas cosas que no sé de repente cómo defiendo, ante esas cosas que ahora, justo ahora, no sé cómo defiendo.

Yo no creo que haya cosas malas, hay personas malas, incluso podría decir habemos, pero culpar cosas... no lo sé, me resulta desagradable. Yo no hago daño, al menos no con intención, sin embargo no puedo ser tan bueno sí cosas así pasan tan cerca y yo no hago nada.

No sé si sea culpa, pero se parece mucho, y si es miedo disimula bien pues parece que sólo es algo muy parecido.

Pasan los años y no necesito voces para cuestionarme, lo hago todo el tiempo, me revelo al conformismo, me niego a negarme un juicio.

No quiero ser mala, quiero convencerme de que no lo soy, quisiera gritarme que soy inocente, que yo no hago nada y que yo no lo haría.

Yo hago lo mejor que puedo, lo intentó todo el tiempo y cada que puedo lo confirmo pero hoy las pruebas me niegan consuelo.

lunes, 3 de enero de 2011

02 I 11

Hoy, mundo, sabed que estoy loca, que he perdido la razón, que no tengo juicio: estoy enamorada.
Sabed, gente, que no merezco confianza alguna, que no se deben juzgar precisas mi palabras ni sabias mis aseveraciones, que no tengo ni una certeza en la vida y que sólo voy a traspiés en un túnel imaginando que sigo una luz que no existe.
Hoy, les advierto que nadie debe creerme, que nadie debe seguirme, que no deben pedirme consejo ni preguntarme cosas serias. Yo sólo puedo hablar de luces y sombras, de mariposas y monstruos, de pasiones y de tormentos. No conozco puntos medios, no tengo referencias, me miento y miento, sin intención, a todo al que se deje, no poseo verdades, sólo mitos.
En mi cabeza no hay ideas, sólo ilusiones, paisajes inventados, cuentos, historias, pláticas que he creado, conversaciones que ya no dicen lo que decían a fuerza de repetirlas. No puedo decir nada importante, sólo tengo las anécdotas de besos interminables, de frases que me cambiaron, de miradas simples, de manos que traspasaron fronteras y que me contaron cuentos a su vez. No puedo decirles nada serio, sólo tengo miedos infantiles, teorías que me atormentan, dudas que a nadie importan y lágrimas que se repiten para el mundo pero que a mí me han ahogado una por una.
Soy una ilusa, una revolucionaria que no cambiará nada, una idealista que no puede defender sus ideales porque a veces le fallan, soy un caos que cree tener el orden en un beso, soy un fraude: estoy enamorada.
Ojalá nadie me ame, porque del que amo nunca tendré certezas, porque a él le juro las noches y le dedico los días y es, con todo y la mayor parte del tiempo, una causa perdida.
En mi ceguera, elijo el lado luminoso, decido amar y lo afronto, lo afronto como el quijote afrontó su locura creyéndola certeza, virtud y proeza.