martes, 3 de septiembre de 2024

030924


No todas las familias son refuigio

pero las hay que fueron paz

templo en un mar revolcado

que afronté sin saber nadar.


Hay familias que son tormenta, 

pero las hay que son luz de verdad

mil versos de amado poeta

que clama con luz la verdad.


Hay familias que son ángeles y pruebas

del dios que no siempre vendrá

con las oraciones que me ponen a prueba

cuando ya no puedo ni un verso más orar.


Hay familias que son refugio 

para aves mojadas sin paz,

para muertos que no mueren ni quieren

saber si volverán a nadar


Hay familias que no son mortaja

que no son cruz ni karma ni impiedad

que no son martirio ni castigo

que son bendición sin pensar


Hay familias que son bosque,

las hay otras que son siempre el mar,

las hay que son huecos de un árbol

al que acude el que no puede más


Hay familias que son oasis

para aquélla que no puede correr

que se queda sin sudor y sin sangre

cuando más le pide el cuerpo volver


Hay familias que son todo y son nada

que son sueños y más realidad

que son ternura y mimos que aman

que son siempre amor que se da.


La inspiración llegó de cualquier parte

 Fue una tarde no soleada la tarde

que me llegó sin sospecha inspiración

llorando como siempre con desgane

escapada de algún lado a traición.


Llegó sin cuerpa, sin lentes sin desplantes

sin saber si venía o se va,

sin saber si llega con mecates

a amarrar las palabras que serán.


Llegó la inspiración de cualquier parte 

tras noches y noches de piedad

que después de tormentas y desaires

me recuerdan que tal vez también haya paz.


Llegó la inspiración a descartarse

como musa o mujer que se verá 

desnuda, intocable y sin flecharse

sin mandatos ni flores que cuidar.


Llegó la inspiración y fue aliento

que se toma tras ahogarse sin final

tras sentir que las aguas me comían 

y sin voz me soltaban sin piedad.



Llegó la inspiración a gritarme,

a exigirme, a mentirme, a girar

a romperme la cabeza en desplantes

que me dejan en mil trozos la fealdad.


Llegó una tarde de cualquier parte sin avisos 

sin banderas ni estandarte ni verdad

sin ser algo que no fueran desvaríos

a no ser forma que se pueda capturar.


Fue furia, fue llanto fue martirio,

fueron voces que no supe contener,

fueron ecos de mil ecos que no llenan

ni un dedal, ni un brote, ni un pez.


Fue sombras, fue luces, fue resquicios

fue escombros que ya no supe o quise ser

son las ruinas que quedaron de mil noches

que no pudo nunca el sueño contener.


Mil insomnios, mil augurios y mil miedos

que me dejan con mal cuerpo al beber

la esperanza de que tantas alegrías 

sean más que razones por perder.


Llegó una tarde ya muy tarde

con la risa 

de mil vientos que se fueron a meter

en mi vientre que se llena y respira

y no quiere con requiebros proceder


De cualquier parte sin voz que me reciba

sin destino que me pueda retener

son los versos que me nacen en la risa

de quien cree que los puede contener. 

030924

Que me sanen los versos

que me sane la sal 

de estas lágrimas que me brotan

sin que puedan parar

sin que pueda dejarlas

 a un lado y soplar

soplar las velas de un barco

que me lleve a volar.


Que me sanen los versos

las ganas de orar

por un día que no sangre

mi vena solar,

la vena de la que brotan 

mis ansias de más 

de más que estas tardes

tan llenas de na'a

de nada nadita 

que me pueda llenar

este vacío en el pecho 

que se abre al pensar

en las cosas que se me escapan

sin poder alcanzar

a olerlas si quiera

y menos tocar

que son sólo ilusiones 

que nunca serán.


Que me sanen los versos

que quedan y ya

que no me queda otra cosa

que ponerme a cantar

cantos tristes que se repiten

uno tras otro y sin par

sin ser uno como otro

pero en realidad igual

cada uno a su hermano

que brotan sin más

sin poderlos pararlos

ni siquiera invocar

para que con sus rimas

me dejen ya en paz.


Que me curen los versos,

que me cure la sal 

de tantas lágrimas,

de tanto mar,

de tanta hambre,

y de tanto cantar

versos vacíos, sin dueños

sin sueños, sin par,

sin ilusiones ni ansias

ni ganas de na'

sin una sonrisa 

ni una verdad

sólo versos versitos

que salen y ya

todas las veces que quiero

 ya no respirar.

030924

Quisiera ser feliz un ratito,

un ratito nomás,

olvidar las cuentas del súper

y también las del gas.


Estar contenta sin deudas

y tanto que tengo que dar

tanto que me quedo vacía

sin poder ya más esperar


que esa felicidad llegue mañana

u otro día que vendrá

siempre después de otro

y uno y otro más.


Quisiera ser feliz esta tarde,

un ratito pequeño nomás,

de cinco a seis de la tarde

y ya después ponerme llorar.


A llorar otra vez porque estamos

condenados al suelo y ya,

a vivir tanto desasosiego

y lo del clima mundial,

lo de las pestes y el hambre,

lo de esa guerra que está

aquí y en todas partes

y que no se va

por más que yo lloro y lloro

porque siento que ya

se me acaban las fuerzas y lágrimas

de tanto, tanto llorar



No hay poesías alegres

ni qué festejar,

tal vez sólo este ratito

de calma nomás

en el que me como un pancito

y juego a soñar

que esta casa ya es mía, 

que el gato se quedará

para siempre a mi lado

y que la perra será

también eterna por siempre

que ella no morirá.


Un ratito que me concentro

en el amor que me da

mi churris a manos llenas

y la paz que me da 

una siesta que también debo

y que es crimen de sal

porque las deudas suspiran 

mientras yo juego a esta paz

que me robo entre versos 

cuando hay tanto que obrar

mil pendientes y trabajo 

que me llama a currar

a dejar los sueños y quimeras

de que ya escampará

de que el gato será eterno

y eterna la paz 

de este ratito que robo 

y que finjo felicidad.