domingo, 20 de marzo de 2011

20III11

too late for anything, o como se diría mucho mejor en españo: vale verga. Regreso a la página propia, ya no hay más para que evitarme o evitarlo. Las cosas siempre terminan por pasar y espero haya estado seguro, yo por mi parte creo en la desesperana. Por cuestiones prácticas, sicológicas, molares y de paz ética regreso al monólogo o cómo la banda lo considera: el discurso del loco. Bah. Tal vez si me asumo loca la banda deje de decir semejante pendejada, como si asumirse parecido al de al lado fuera a evitarnos problemas con él o a dejarnos una felicidad socialista que lo ameritara. Regreso a las voces, a las discusiones entre razón y corazón, entre cerebro y romanticismo. Tal vez lea a Fichte, pendejo, si se merece ser leído puede que hasta me guste y entonces sí hasta regrese con la filosofía. Claro, he regresado a todo lo que hacía antes de él, referido de ahora en adelante como..... mmmm, de ésto podrían depender tantas cosas, tal vez haga un analisis de como será tratado de ahora e adelante. No vale la pena, lo pensaré, de mientras será Mister Él y así sabremos que es él y ningún otro y que no es Dios.He regresado a todo y no soy la misma, soy otra, distinta pero que hace lo mismo y por lo tanto saben que es la misma. Ahora él es parte de mí, quienes me conocieron con él sabrán que es él, quienes no pues pensaran que no existió: mal pedo, dejó de existir y nadie se lo dirá, seguro pregunta y se me hace una declaración lo suficientemente desagradable como para no decírselo sin que me lo pregunte pero lo suficiente como para que me lo pregunte se lo diga casi con orgullo, al fin, él siempre piensa que lo hice así desde un principio y, aun para él, ser malo es como parecido a ser valiente.

Ha terminado y yo de nuevo me topo hablando de mí, brrr, nunca entendió que no hay para qué querer a alguien si no es para celebrar todos los días su existencia, para alegrarse por que existe. Lo sigo queriendo, pero se alejará y no importa cuandot lloré, en serio ya no importa y esta desdicha es tan ridícula ya que ya ni a él se la escribo, es demasiado boba, demasiado sin sentido, pierde la razón, se vuelven loca, no hay razones para ella. Es una pena sin justificación, sólo la romántica razón de exacerbarla por que no queda nada más que no sea para ella para albar que he amado y he sentido y que sí es una tragedia haberlo perdido, la más grande de todas.

Hubiera dado la mano con la que escribo, con todo y pluma, por que se quedara, pero se fue y es una tristeza.

Me quedo sola, con este dolor por lo que no puedo tener pero tuve, lo sentí, supe que era mío y lo cuidé poco y mal, fue sin querer, nunca quise no hacerlo bien pero así es la vida, uno se equivoca más de lo que uno quisiera.

Lo disfrute tanto tanto que sólo me queda dejarlo ir con la alegría de que al menos lo tuve.